Parece que los medios se están frotando las manos con la cantidad de sangre, vísceras e isótopos que la madre naturaleza les ha servido en sashimi.
También parece que la gente está cada vez más harta de la casquería y, sobre todo, del periodismo aborregado de correveidiles que imponen los medios aborregados que nos hemos ganado nos han tocado en suerte. A través de Twitter me ha llegado el hashtag #nobuscanlaverdad y, gracias a él, he descubierto el hastío de la población expatriada ante la inoperancia diplomática y el alarmismo de sus medios patrios.
Os recomiendo que os leáis de arriba abajo este post del Capitán Urías donde se recopilan algunos testimonios de españoles viviendo en Japón. Seguro que las personas sensibles serán incapaces de soportar el caos, el terror y hecatombe que se descubren en el vídeo del final ;P
En fin, si a alguien le sirve de consuelo, todavía hay periodistas con redaños que hacen bien su trabajo. Esta semana Ana Pastor dio una nueva muestra de que en televisión también se pueden hacer entrevistas a cara de perro que hagan sudar al político de turno. Sin importar el pelaje o la magnitud del personaje. No es la primera vez que lo hace y me alegro de que, entre tanto parásito, mis impuestos también paguen los sueldos de gente como ella. Quizá, si alguna vez hubiese trabajado al lado de alguien así no se me habrían quitado las ganas de seguir en una redacción.